Puede que ya estemos en el sitio adecuado y el momento perfecto.
Donde lo requerido coincide con lo dado.
Y que todo lo que se dice y se hace estaba supuestamente previsto.
Como si viniese ya encargado.
Como si ahora hablasen las cosas fundamentales.
Y es que ahora hablan las formas recreadas,
hablan los cuerpos transformados.
Y lo más increíble, que no se espera nada.
Y cada gesto construye lo necesario para señalarnos.